Un docente destaca en el ámbito de su quehacer por la identidad y estilo propio con que aplica su técnica para la enseñanza, el método de sus clases y la destreza con la que expone el conocimiento de su disciplina: es un personaje que en sabio equilibrio combina aptitud con actitud para hacer de su ejercicio educativo una pasión de vida destinada a transformar otras vidas. Talento intelectual y disposición para la eficacia, conforman la estructura base una persona consciente de su rol como educador en pleno siglo XXI.
La literatura especializada en el tema, dice que un perfil profesional forjado en el ámbito de la inclusión, caracteriza a quien es capaz de demostrar dominio, pericia y practicidad para responder en forma asertiva, efectiva y con eficacia, a las necesidades educativas de los alumnos en diversos contextos y circunstancias. Es aquel que sabe resolver los problemas inmediatos que se presentan en el aula, que allana los obstáculos a los que se enfrentan sus alumnos para que puedan aprender lo que tiene que aprender, y que no se limita en su tarea para generar los procesos que hagan posible este cometido.
Para que esto sea posible, resulta viable considerar los cuatro valores que señala la Agencia Europea (2012) y construir un perfil ajustado a la realidad mexicana; teniendo como laboratorio los espacios de Formación Inicial, los cursos de Actualización y la práctica en las aulas; desde donde se puedan perfilar un conjunto de competencias base, tales como:
1. Valorar en positivo la diversidad del alumnado (…). Las áreas de competencia incluidas aquí son:
– Las diferentes concepciones de la educación inclusiva.
– El punto de vista de los docentes sobre estas diferencias.
2. Apoyar a todo el alumnado (…). Las áreas de competencia que se incluyen en este valor se relacionan con:
– Promover el aprendizaje académico, práctico, social y emocional de todos los estudiantes.
– Enfoques educativos efectivos en clases heterogéneas.
3. Trabajar en equipo (…).Las áreas de competencia que se incluyen dentro de este valor se relacionan con:
– Trabajar con los padres y las familias.
– Trabajar con un amplio número de profesionales de la educación.
4. Desarrollo profesional y personal (…). Las áreas de competencia dentro de este valor están relacionadas con:
– Los docentes son profesionales que deben reflexionar.
– La formación inicial del profesor como base de un aprendizaje y desarrollo profesional continuo.
Vocación y formación están ligadas por la iniciativa personal del educador. Parte de su pasión por mostrar; por enseñar; una acción verbal que se traduce en práctica social cuando guía, orienta y acompaña a los alumnos en sus procesos de crecimiento cognitivo y personal en diferentes trayectos de su vida.
El acceso y adquisición del conocimiento no puede estar desligado de la parte humana de los individuos. Tanto educador como educando se encuentran en un mismo camino que es la educación; sin embargo, cada uno asume su propia función con diferente nivel de competencia en el proceso.